Con independencia de las piezas
paleolíticas de cuarcita documentadas en el entorno de la localidad, el origen
de Barchín del Hoyo está en las poblaciones que se asentaron en el cerro de La
Cobertera, cuya población creció en la Edad del Hierro en la vecina ciudadela
de Plaza de los Moros, hoy conocida como el poblado ibero de Fuente de la Mota.
El entorno se mantuvo habitado durante
las épocas romana y tardoantigua, como demuestran los yacimientos
arqueológicos que conforman un
asentamiento permanentes y disperso con forma de barrios localizados junto a
los caminos en su salida del Hoyo.
Una vez conquistada la villa de
Alarcón a los musulmanes se produce la ocupación cristiana del territorio y la
construcción de la Torre medieval ya en el siglo XIII, dentro del control
territorial cristiano, con las torres de
Valhermoso de la Fuente, Piqueras del Castillo, Chumillas…
En torno a esa torre debió
concentrarse la población, que hasta el 15 de enero de 1477, dependió de la
Villa de Alarcón que era del marquesado de Villena. En esa fecha los Reyes
Católicos segregan de Alarcón a la Villa de Barchín, que “siempre será de la
corona real”, según documento conservado en el Archivo General de Simancas
(Cancillería, Registro del Sello de Corte. Signatura RGS, LEG, 147701, 7 RG).
La independencia jurídica de Barchín no impidió que el Marqués de Villena
intentara aprovecharse de los bienes comunales de la antigua tierra de Alarcón,
y que las disputas fueran resueltas en sentencias arbitrales, como la
pronunciada el 27 de noviembre de 1503 a favor de la villa de Barchín frente a
Alarcón, y que incluyó un amojonamiento incompleto de la villa, incluida su
aldea de Valverdejo.


La concesión del título de villa motivó
que a fines el siglo XV comenzarán a construirse los edificios más importantes de la
villa como el actual Ayuntamiento, la picota (desaparecida), la Iglesia
Parroquial y algunas casas particulares, empleando para ello piedras
procedentes de la ciudadela ibera de Fuente de la Mota y de cercanas canteras,
que terminarían sus obras ya en el siglo XVI.
La presencia de excelentes vetas de
arcilla bajo los niveles de caolín junto a los caminos de Navodres y de
Valverdejo, favoreció la instalación de numerosos alfares en el propio casco
urbano, alguno de los cuales permaneció activo hasta fines del siglo XX.
La importancia de carretería, la alfarería y la
cría de ganados favorecieron un importante desarrollo económico de la localidad
durante los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II, como demuestran la
ampliación de la iglesia parroquial y la construcción de las ermitas de San
Roque y de la Virgen del Espino, y viviendas particulares en los siglos XVII y XVIII.
En 1708 Barchín del Hoyo sufrió
los efectos de la Guerra de Sucesión entre el futuro Felipe V y el Archiduque
de Austria, pues fue saqueada durante dicho conflicto.
A comienzos del siglo XIX,
durante la Guerra de la Independencia, la villa de Barchín del Hoyo, fue
ocupada por las tropas de Napoleón.
En la segunda mitad de la
década de los años 70 del siglo XX la localidad tuvo un efímero despegue
industrial, al explotarse el caolín, en distintos frentes mineros, que hoy
conforman el paisaje circundante.
FERROCARRIL.pdf
El porvenir,periódico de instrucción primaria,1861.pdf
Latifundios de Castilla La Mancha.pdf
Juan Ruiz de Alarcón y Barchín del Hoyo.pdf